Victor de la Torre

Gozando de la vida!

Esta es mi historia.

Crecí en un pueblo llamado La Villa de Guadalupe, a las afueras de Monterrey, México. Mi casa estaba construida de forma similar a una cabaña, pero con madera en lugar de troncos. Las calles de nuestro barrio eran de tierra, sin asfalto durante años. Mi familia llegó a Monterrey desde el estado de Durango, donde mi papá trabajaba la tierra. En la década de 1930, durante la presidencia de Lázaro Cárdenas, se produjo un período clave de expansión y redistribución, y el sistema ejidal continuó evolucionando durante las décadas siguientes. Mi papá, Don Miguel de la Torre, incluso llegó a ser el líder de los ejidos cerca de Regocijo, Durango. Allí, no solo representaba a los ejidatarios en su lucha por sus derechos, sino que también era responsable de la contabilidad. Recuerdo, de niño, mirar las páginas de un libro de contabilidad, lleno de filas de entradas y números.

Cabe destacar que Don Miguel no recibió educación escolar formal. Se educó como muchos lo hicieron, día a día, aprendiendo de su trabajo y de sus experiencias cotidianas.